El segundo dia en el Drake Passage ha sido bastante tranquilo, con una mar en calma y un agradable sol que invitaba a estar en la cubierta para tratar de avistar ballenas. Los petreles y los albatros nos acompañaron toda la travesía, y pudimos ver alguna que otra ballena. Por la noche habíamos pasado la zona de convergencia, donde empieza el mar frío antártico, y se notó un destacado descenso de la temperatura.
Los dos días se travesía se me han hecho cortos, pues hemos estado constantemente entretenidos con charlas sobre fauna, historia y geología, además de las sesiones obligatorias sobre el comportamiento en la Antártida y el protocolo de los desembarcos. La verdad es que se toman muy en serio esto del impacto ambiental del turismo, y se adoptan todas las medidas posibles para minimizarlo.
Por la tarde, cuando vimos a lo lejos un iceberg, los ánimos se alegraron, pues ya estábamos cerca de nuestro destino, como también confirmaron las ballenas y los pinguinos que saltaban alrededor del barco.
Con el mar en calma, avanzábamos lentamente hacia las islas South Shetland. El Sol iluminaba las islas con una espectacular luz rasante del atardecer. Habíamos llegado a nuestro destino. Mañana bajaremos a tierra, la primera tierra antártica que vamos a pisar en este viaje.
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