viernes, 12 de septiembre de 2008

La fauna marina del Prince William Sound


En nuestro viaje desde Denali a Cordova decidimos parar un dia en Whittier para realizar un crucero y ver la vida salvaje de esta zona. Por esta pequeá población teníamos que pasar obligatoriamente porque es desde donde se coge el ferry a Cordova (está bien escrito, aqui en Alaska es con 'v'). El único problema es que en Whittier suele hacer muy mal tiempo y era una lotería que justo el dia programado hiciera bueno.

Cuando llegamos estaba lloviendo. La anfritiona de nuestro B&B nos dijo que este verano solo habían tenido dos dias sin lluvia y que los 5 dias siguientes eran de mal tiempo. Entonces llamamos al capitán del barco que habíamos contratado por internet, y nos dijo que se preveía mucho viento hacia las 13:00 por lo que había que salir muy tempranito, y nos emplazó a las 6:30 am en el puerto para decidir si ir o no ir.

Así que allí nos presentamos, de noche todavía, para ver si nos arriesgábamos o nos quedábamos sin crucero. Tras muchas deliberaciones nos decidimos por el riesgo y le dijimos que sí.

El capitán era un tipo peculiar, como todos los de aquí: pelirrojo de larga melena, 48 años, en la temporada alta se dedica a servir de guia para cazar osos y alces, y utiliza su barquito para la pesca del salmón y el halibut. Durante el invierno trabaja en Anchorage en el aeropuerto, en el servicio de mantenimiento de pistas.

El cielo estaba cubierto pero no llovía ni hacía viento. El mar era un balsa de aceite. Poco a poco nos fuimos acercando a una zona donde pudimos disfrutar de las luchas de los leones marinos por hacerse con un hueco en las rocas. Son muy escandalosos y había más de un centenar. Esta foto es de ese momento.

Ya amanecido, nos dirigimos hacia la zona donde se habían visto ballenas jorobadas los dias anteriores. El capitán se lleva muy bien con un grupo de científicos que las está estudiando y comparten información de avistamientos, por lo que suponíamos que sería muy probable verlas. Y así fue: vimos muchas, con un mar en completa calma y sin nada de viento, aunque de vez en cuando llovía un poco. Incluso vimos a una saltar, provocando una enorme salpicadura de agua al caer.

Como se acercaba la hora del viento, el capitán decidió volver, pero de pronto se encontró con un grupo de orcas y estuvimos siguiéndolas un rato largo. Aquí también vimos a una saltar.

Al pasarnos de la hora el viento empezó a arreciar y el mar se encabritó un poco, haciendo saltar el barquito más de lo deseado. Nada más emprender el regreso el capitán para el barco y abre un motor: una pala de la hélice se había dañado. Nos dijo que no era grave, que tenía de repuesto. Lo curioso es que no es una hélice de aluminio sino de plástico, y cada pala en una pieza independiente, así que cambió esa pieza y listo.

Llegamos casi a las tres, con mucho viento ya, pero contentos por haber visto la increibe fauna marina del Sound.

1 comentario:

Yol dijo...

Hola,

Acabamos de volver de Alaska y Nueva Inglaterra. Nuestro blog: viajealaska.blogspot
Echo de menos fotos de vuestro viaje. Nuestra suerte con el tiempo fue increible. Espero ke la vuestra igual esta vez. Saludos